Tal vez ya intentaste “anotar tus gastos” alguna vez y lo abandonaste a la semana. Es normal: si el sistema es complicado, es difícil que se vuelva un hábito.
En esta guía vamos a ver cómo crear un presupuesto familiar sencillo, que puedas usar junto con nuestra plantilla de presupuesto familiar editable.
1. Ten claro qué quieres lograr con tu presupuesto
Antes de abrir Excel o una libreta, pregúntate: ¿qué espero lograr con este presupuesto?
- Dejar de llegar “raspando” a fin de mes.
- Empezar a ahorrar para una meta específica.
- Bajar deudas poco a poco.
- Saber en qué se está yendo el dinero del hogar.
Tener un objetivo claro te ayudará a tomar decisiones cuando tengas que ajustar alguna categoría.
2. Anota tus ingresos mensuales reales
El punto de partida de cualquier presupuesto es saber cuánto entra cada mes:
- Sueldos o salarios.
- Comisiones promedio.
- Ingresos variables (freelance, ventas, etc.).
- Otros ingresos regulares.
Si tienes ingresos variables, puedes usar un promedio de los últimos 3–6 meses para no quedarte corto.
3. Agrupa tus gastos por categorías
En lugar de anotar “café, Uber, súper, suscripción”, te será más fácil trabajar con categorías:
- Vivienda: renta, hipoteca, mantenimiento.
- Servicios: luz, agua, gas, internet, teléfono.
- Comida: súper, mercado, comidas fuera.
- Transporte: gasolina, transporte público, aplicaciones.
- Deudas: tarjetas, créditos personales o de auto.
- Otros: ocio, regalos, imprevistos pequeños.
Nuestra plantilla ya trae varias categorías preconfiguradas para que solo tengas que escribir tus montos.
4. Define un monto “máximo” para cada categoría
Con tus ingresos claros, reparte tu dinero entre las categorías. No tiene que ser perfecto, solo asegúrate de que la suma de todos los gastos no supere tus ingresos.
Si quieres una referencia, muchas personas buscan que:
- Vivienda no supere ~30% de sus ingresos.
- Comida y servicios juntos no pasen de ~40%.
- Deudas no rebasen ~20%.
5. Durante el mes, registra lo que realmente gastas
Aquí es donde la mayoría abandona. La clave es hacerlo lo más fácil posible:
- Registra gastos una vez al día (por la noche) o dos veces por semana.
- Usa una sola herramienta: la plantilla, una libreta o una app, pero no varias a la vez.
- Si gastas en efectivo, guarda los tickets y anótalos juntos.
Si quieres algo más detallado, puedes usar también nuestro control de gastos diario.
6. Al final del mes, revisa y ajusta
Comparar lo que planeaste vs. lo que realmente pasó es la parte más valiosa del presupuesto:
- ¿En qué categoría te pasaste más?
- ¿En cuál gastaste menos de lo planeado?
- ¿Te quedó dinero disponible o terminaste en negativo?
Con esa información, ajusta tus montos para el siguiente mes. No se trata de “castigarte”, sino de ir moviendo poco a poco hasta que tu presupuesto refleje cómo quieres vivir, no solo cómo estás gastando hoy.